jueves, 27 de diciembre de 2018

La presunta utopía del Centro Beaubourg

Hoy teníamos previsto charlar de los siguientes textos: "El árbol de la Ciencia" de Pío Baroja; "Tristeza y alegría en la vida de las jirafas" de Tiago Rodrigues; "Acrópolis"de Stanislaw Wyspianski, (en la adaptación teatral de Jerzy Grotowsky de la que existen grabaciones de libre acceso en la Red), "La hija del comunista" de  Aroa Moreno, "Gutierrez y las almas muertas" de Andrés Gastey, "Feliz Final" de Isaac Rosa, "Nueva ilustración radical" de Marina Garcés y "Dioses despiadados" de Christos Tsiolkas. Antes de todos ellos estaba "La presunta utopía del Centro Beaubourg" de Gustave Affeulpine, que ha sido la causa de que la reunión quedara inmediatamente suspendida y que quienes nos habíamos reunido en el café Remor (Hortensia Sycomore, Víctor Sombra y un servidor) quedáramos constituidos en el Comité de gestión del Panteón de escritores ginebrinos y su Venerable Estantería. Como su nombre no indica, la tarea de este Comité es la de emplazar en veneración libresca distintas obras de la pequeña república lacustre. Cualquier miembro del Comité puede presentar una moción para que una obra de ficción coloque a un autor ginebrino, vivo o muerto, en el Panteón, lo que permite zanjar con un argumento de autoridad no pocas charlas en el café Remor. El Comité está obligado a resolver inmediatamente la petición. Esto es lo que hizo Sombra con Gustave Affeulpin, poniendo su libro sobre la mesa,  y, como secretario del Comité, le insté a exponer sus razones sin más demora:

- Es un libro publicado en 1976. El inventor de un sistema para comprimir la materia logra excavar, durante las obras del Centro Beaubourg de París, más de ochenta pisos subterráneos  en los que se levantará ¿o sería mejor decir se hundirá? un centro alternativo a su homónimo de la superficie. El dinero es abolido y todas las decisiones se toman en asamblea por la población subterránea. Las actividades en los distintos espacios se organizan de manera espontánea y libre: espacios para las motos, estudios y talleres de arte, cocinas, lugares siempre abiertos para dormir, debatir y follar (sin concesiones al eufemismo, estos últimos se denominaban «folladeros»).  Con esta delirante propuesta "La presunta utopía..." se conforma como un retrato incisivo de la evolución de los distintos movimientos sociales de principios de los setenta, deteniéndose en aspectos como el ecologismo, el feminismo, el amor libre, las bandas urbanas, los movimientos artísticos y su relación con el mercado del arte, y  abre interesantes perspectivas sobre economía y gestión de formas alternativas de organización social.

- Nuestro Panteón es solo para obras de ficción. Esta no lo parece- objeté

- Es un extraño texto. Su autor se llamaba en realidad Albert Meister, era un sociólogo especializado en el movimiento asociativo. Una penetrante mirada analítica alumbra las salas subterráneas, descritas minuciosamente, pero no deja de ser un libro de ficción. En realidad el narrador se limita a tomar acta de la vida del centro, que es el verdadero protagonista del libro. Se relatan sus actividades, humores, cómo toma las decisiones y se organiza. Como se alegra, ama y festeja y (lo menos posible) como se reprime, esto es, como se previene frente a ciertas manifestaciones particulares para conservar la vida común. Es la novela de una persona colectiva.

- ¿Y cómo es esa persona?

- Muy de los setenta, pero curiosamente también muy de este siglo. Desinhibida, no acepta trabas ni prohibiciones. Propone una sociedad nueva, pero no imponiendo un esquema ideológico concreto, sino viviendo cada experiencia (ausencia, de dinero, gestión asamblearia, crianza colectiva de los niños) y dejando que otros se sumen a ella y la expandan.

- Lo que cuentas me recuerda un diálogo del "Comité de la Noche" de Belén Gopegui. Uno de sus  personajes opone  "derribar los cimientos" a empezar a construir otro mundo aquí, a la vista de todos. ¿Como dice?  "Una especie de escondite inglés en el que vas moviéndote aunque parece que no te mueves y, por fin, cuando el adversario se da la vuelta, resulta que tu ya has llegado." Eso es.

- Sí que se parece a ese pasaje concreto, de hecho, Meister hablaba de "revolución sin imposición", pero, más allá de esta propuesta concreta, el libro sintoniza con los proyectos narrativos de Gopegui sobre las personas colectivas. En cuanto ejemplo de cómo se cuenta una persona colectiva se trata de la novela de una organización alternativa.  Hay mucho de autogestión, comunismo libertario, y cierto entronque asambleario con el 15-M y Ocuppy Wall Street, pero en realidad este texto es tanto un semillero de propuestas como el  análisis pertinente de una época. Es agudo y muy divertido. Merece el Panteón.

- Yo estoy en contra- dijo Hortensia Sycomore- no dudo que lo merezca, pero por lo que veo en la Introducción, Meister nació en Basilea y vivió en Paris casi toda su vida. Escribió allí "La presunta utopía".

-Es cierto- dijo Sombra, pero estudió Sociología en Ginebra. Es decir, es aquí donde forjó la perspectiva analítica que hará posible este texto...

- No es suficiente- dijo Hortensia- Quedamos en que la clave para acceder al Panteón ginebrino no es el origen ni el mundo recreado por el autor, sino el lugar en que vive y trabaja al crear la obra. Es así como subimos al Panteón a Rodoreda y Valente, incluyendo en la Venerable Estantería algunas de sus principales obras...Si nos fijáramos en el mundo ficticio que recrean, Salgari sería malayo.

 - O caribeño- apunté.

- Me parece un criterio excesivo-

- ¿Demasiado materialista, Sombra?- preguntó Hortensia.

- Injusto, la gente a veces no vive donde quiere.

- Uno es de donde puede, no de donde quiere.  ¿Deberíamos fijarnos en donde quiere vivir cada autor? Dijimos que buscaríamos un ángulo que se ha dejado de lado demasiado a menudo: los trasvases entre el mundo que se ocupa y el que se proyecta. Cuanto de Ginebra hay en "La plaza del Diamante". Cuanto de la oficina de la Seguridad Social en que trabaja Kafka en "El Castillo".  Si queremos llevar a término nuestro proyecto no podemos empezar a transigir desde el principio.

No tuve más remedio que concluir aquí la conversación, en cumplimiento de mis atribuciones secretariales:

-  "La presunta utopía del Centro Beaubourg": denegado.

Nota bene: al escribir esta entrada no sabía que existía una traducción española de "La presunta utopía del Centro Beaubourg", de Valentina Maio, editada por Enclave de Libros: http://enclavedelibros.blogspot.com/p/beaubourg-una-utopia-subterranea.html

sábado, 15 de diciembre de 2018

CARO DIO, VERGE SANTÍSSIMA

Volver a la Iglesia y expresarlo
en una bella lengua: catalán o italiano.

Dar limosna a la puerta del templo
y vestir el paño gordo de un oficio respetado.
Y al mismo tiempo, quizá,
echarse un amante.

Que las miradas furtivas, entre rezos,
la polisemia y el incienso,
me devuelvan la promesa
de infinitos mundos paralelos.

sábado, 27 de octubre de 2018

Que los muertos callen es normal



A José Luís Hidalgo

Que los muertos callen es normal,
porque lo saben todo.
Lo aprendieron de forma súbita,
o poco a poco.

Al aire libre y solos, en muchedumbre
que avanza diligente de la trinchera
a la fosa. O tranquilos en casa,
en corbata, sin pantalones, en pijama
o harapos. Cada cual a su manera,
entregando a cambio
todo lo que llamaron suyo.

La Ciencia les dio caza de golpe,
anunciada por el metal frío
que roza la nuca,
egregio, condescenciente,
como si ordenase un caballero,
como si entregara un título.

O se hicieron sabios en silencio,
milímetro a milímetro, ganglio a ganglio,
como una lección duramente aprendida.

Los muertos callan porque lo saben todo.    

miércoles, 3 de octubre de 2018

A BENEFICIO DE INVENTARIO




El profesor Chichepotiche ha venido a verme al café Remor para hablar de "Hilos de sangre", de Gonzalo Torné.  Se ha dirigido a mi mesa a toda velocidad.  Le temo cuando llega así, apenas vocaliza y da por hecho que estás sintonizado a la misma emisora que él o que vas por la misma página de su lectura

- Acabo de terminarla. La he leído después de "Tiempos felices", del mismo autor. Lo primero que me llama la atención es la versatilidad que supone escribir ambos libros. La novela americana, de un lado, y de otro, una novela singular, repito singular, sobre la guerra civil. 

- No solo sobre la guerra-

- Pero sí sobre todo. La guerra y sus repercusiones. Sorprende el contraste entre la permanencia de los escenarios y la fluctuación de edades y personas. Hay una frase de la reflexión de Clara desde el balcón de la casa de Balmes, una vez que ya conocemos la experiencia de guerra de Gabriel. Me la sé de memoria: "... y desde el balcón puedo meditar sobre el contraste entre los movimientos de las personas y la estabilidad de la montaña". Me interesa compararla con "Espejo Roto", de una de mis escritoras ginebrinas preferidas. En esta, la mansión familiar permanece inmutable contra el embate de lujo, odio y sensualidad, generación tras generación...-

- La diferencia- apunté- es que la mansión no sobrevive a la guerra civil. Después de la guerra es una ruina, ya no alberga las experiencias relevantes, que es fácil suponer que se transfieren a los apartamentos de lujo que se construyen al demolerla...En cambio la montaña y la casa de "Hilos de sangre" son los mismos. Y además, si te fijas, los movimientos de las personas son relativos. Bajo la aparente fluctuación, la continuidad de las voces es una característica señalada de los hilos de sangre. El narrador se aclara la garganta y pasamos de una generación a otra. Hay muchas entretelas, pero son todas parte del mismo tejido espeso, formado por distintas voces de diferentes generaciones-

- Según tu lectura "Espejo roto" pondría el acento en el cambio e "Hilos de sangre" en la permanencia...- 

- Donde Rodoreda dice que hay una ruptura insalvable con la guerra civil, Torné relega y contradice esa cesura: los hilos de sangre atraviesan la guerra y la Transición hasta nuestros días, cosiéndose a nuestra carne sin esfuerzo, irrigando nuestra actividad, sosteniendo nuestro aliento...-

- Hasta cierto punto es lógico. La novela de Rodoreda es una novela de exilio. Se empezó a escribir en Ginebra y hasta su personaje principal, tal y como cuenta en el prologo, está inspirado en una señora que se asoma al lago Leman desde el restaurante "La perle du Lac". Para Rodoreda nada podía ser igual. 

- Nada.  Desde su perspectiva no era factible el ejercicio de identificar los "hilos de sangre" que permanecían a través de las épocas. De hecho en la novela de Rodoreda asombra la intensidad de los saltos bruscos que se dan en la suerte y fortuna de cada generación, como si eso fuera lo habitual. No es el caso de la saga familiar de la trilogía de Torné, cuyos miembros permanecen todos, de una forma u otra, en el puente de mando. Se ve en "Tiempos felices" pero también muy claramente en Hilos de sangre" Esta gente flota-  

-La novela que leemos es la de Alvaro- apuntó Chichepotiche.

- Eso creo yo también. Aunque  es la narración de Clara la que ocupa más espacio, la que además recopila otros relatos clave como el de Gabriel. La escritura de Clara fracasa, ella misma lo reconoce: la vuelta a su marido fútil y agradable es un síntoma más del acomodo en que se instala. La visión de Clara es un perfecto retrato de la CT-

- Sí.  Desea cerrar el sarcófago de Gabriel por los escrúpulos que le provoca, que casi parecen de orden estético - no es "cool" delatar al marido de la que acabará siendo tu mujer-. Sin embargo, Clara acepta vivir en el piso que el criminal le lega. "Los pies se mueven de alegría cuando pienso en esta casa toda para mi". Recibe la herencia de los vencedores, y entre ellos la de los delatores y asesinos más rastreros, pero lo hace a beneficio de inventario, esto es, en el saldo que le resulte positivo.

-Por decirlo de otro modo: deduce lo negativo, declarando su desprecio a Gabriel,  pero no duda en quedarse con su casa.   

- Correcto- apuntó Chichepotiche- No es la primera ocasión en que acabo un libro de Torné con la sensación de que ofrece un ángulo novedoso para la izquierda. La primera vez fue con "Tiempos felices"   Ahora Torné escoge una perspectiva para acercarse a la guerra civil que me parece necesaria, por los siguientes motivos...-

- Lo lamento, profesor, pero estoy llegando tarde a otra cita- dije levantándome y poniéndome la chaqueta, el único método eficaz para interrumpirle- Si quiere quedamos aquí este sábado y me lo cuenta despacio-   


domingo, 1 de julio de 2018

CUENTOS

He leído dos libros de cuentos que me han gustado. Pelea de Gallos de María Fernanda Ampuero, publicado por Páginas de Espuma. Y Donde no me esperas de Lola Illamel, editado por La Kermesse heroica.  Por cierto, esta última autora vive en Ginebra y, según la solapa del libro, ha trabajado en el sistema de Naciones Unidas. 

Y de lo breve a lo extenso, ya que en la suma de mis páginas a estos cuentos sigue un texto de más de cuatrocientas páginas: Hilos de sangre de Gonzalo Torné, publicado en 2010 por RHM. 

domingo, 24 de junio de 2018

(OTRAS) MIGRACIONES III

Migraciones interiores, dentro de un país, en este caso de la Francia rural a la urbana, del campesinado a la alta burguesía, sin olvidar el transito a la enfermedad mental, con regreso a través
de la escritura : Aún con vida de Pierre Souchon, que sigue reclamando una traducción al español. 

Migración accidentada por la identidad sexual en el relato de un inmigrante camerunés que convive con su madre prostituta y pasa del barrio rojo de Ginebra a la prisión de la misma ciudad: 39, rue de Berne de Max Lobe.

El exterior de la migración en Mañana cumpliré veinte años de Alain Mabanckou, publicada en español por El Aleph, traducida por Manuel Serrat Crespo. Relata la infancia de un niño en el Congo de los 70. En la edición de Folio hay un prefacio de Le Clézio que compara esta novela con "El guardián en el centeno". A mi me recuerda mucho más a "Llámalo sueño" de Roth. 

En todo caso, aparte de ser una novela de aprendizaje, Mañana cumpliré veinte años es una novela sobre la migración por los entornos familiares, con un niño que asume como padre a la nueva pareja de su madre, renegando de un progenitor abusivo, y que quiere consolidar su nueva situación familiar facilitando la llegada de nuevos hermanos. 

Es también una novela sobre los que se quedan. No sólo por las referencias explícitas a quienes han emigrado y vuelven al Congo exhibiendo su riqueza y dominio sobre modas y tendencias, sino por la presión envolvente de una serie de recursos narrativos recurrentes vinculados a la migración. El avión que sobrevuela las conversaciones y cuya bandera y destino los personajes se entretienen en identificar. Las emisiones de radio de "La voz de América" tiñendo las conversaciones de las noticias del exterior. Y entre ellas, la fijación por la suerte de los exiliados de distintos orígenes, y en especial del Sha que, tras su expulsión de Irán por la revolución islámica, transitará de un país a otro, desahuciado y sin reposo, hasta su muerte.   

jueves, 21 de junio de 2018

TRIESTE (MIGRACIONES II)

Trieste es un relato publicado en 2017 por la Editora Regional de Extremadura, dentro de la colección "La Gaveta".

Trieste es también el lugar que habitan las estrellas fugaces. O la ausencia de lugar, porque nada puede contener lo que está siempre en movimiento. Nuestro protagonista, como el autor de este singular y deslumbrante texto, es escritor, tiene nombre de Papa y residió varios años en Italia.

El narrador, que nunca estuvo en Trieste, nos interpela a propósito de esa ciudad, a nosotros, sus lectores, que tampoco llegamos nunca hasta esa esquina de Italia. Una serie de fallecimientos de personas muy queridas que, en otros casos, dejan de serlo o transitan hacia espacios de relación más problemática, nos hacen sospechar con el narrador que la extensión de Trieste en nuestro firmamento puede que sea más extensa de lo que habíamos imaginado.  La bóveda que contiene y orienta nuestros actos resulta menos estable de lo previsto. ¿Cómo anclar los cielos, detener su corriente vertiginosa?

Y curiosamente es el propio movimiento, el más íntimo, el que va a facilitar la respuesta del narrador,  entendida no como solución a un problema, sino como gesto que le permite desplegar una nueva mirada en su entorno. Confluyen dos dinámicas, -la escritura y la relación con Enma, su pareja,  con la que el narrador empieza a compartir casa- que van a relativizar la inestabilidad del firmamento.  A conseguir que “lo más extraño de todo, para mí, sea yo mismo” 

Al fin y al cabo, todos nos movemos, y hasta es posible que, bien mirado, estemos ya viviendo en Trieste.  Con Urbano Pérez Sánchez.   


MIGRACIONES (I)

Dos libros muy centrados en la migración.  Y un blog lleno de buenas historias sobre este tema.

De Junot Díaz,  "La breve y maravillosa vida de Oscar Wao". Me habían gustado sus cuentos, leídos aquí y allá, pero esta novela, Premio Pulitzer en 2008, sin dejar de entretenerme, no me convence, parece justamente una sucesión de relatos breves que no acaban de disolverse para fluir en una narración mayor. Y hay algo irritante y un punto machista en el romanticismo de Wao, algo que se acerca al peligroso "derecho natural" de pernada que reivindica el movimiento "incel", denunciado este hilo de tuits de @CERVANTESFAQS:  http://ctxt.es/es/20180509/Firmas/19548/incel-cine-rebelion-adolescente.htm

De Saíd El Kadaoui Moussaoui, "No", publicada por Rata. Me gusta el tono ágil, la combinación del relato personal -en que se franquean las fronteras de la edad y los países- con la mirada ensayística. Y un ángulo inédito, que combina sicología, literatura y migración. 

"Un puerto que cambia", el blog animado por Rubén Arribas y Laura Caorsi, propone otra vía para reconocer el pulso de la migración, un acercamiento cotidiano y directo, a pie de calle, la de cada uno de nosotros, que demuestra que la migración no se agota al franquear la frontera: https://unpuerto.com/



domingo, 4 de febrero de 2018

BANG, BANG, BANG Y BANG


3 memorias: Encuentro en Beijing de Billeter, La vida del revés, de Luisgé Martin y El desconcierto de Begoña Huertas, con alcance temporal y temático muy diverso. La primera se centra en el encuentro en el Beijing de principios de los 60, antes de la Revolución Cultural, entre el autor y Wen, la joven médico con la que acabará casándose. Billeter es uno de mis autores ginebrinos preferidos pero aquí me ha decepcionado, no encuentro ni la emoción del encuentro, ni apenas tensión narrativa. Los otros dos sí me han interesado, cada uno en su perspectiva temporal y temática particular.

Un autor suizo me compensa la decepción causada por otro.  Noche es el día de Peter Stamm está escrita en tercera persona, pero relata de muy cerca la convalecencia de una mujer que sufre un accidente de tráfico que la desfigura.  La vida como convalecencia, porque el proceso dura muchos años y, hasta cierto punto, el accidente como ocasión para resolver problemas anteriores y más amplios que los que causa. Un relato muy reflexivo e individualista, en el que la relación con otros permite a la protagonista recuperar su identidad y su presencia en el mundo, pero esta identidad individual, plenamente autónoma, se ve como la principal meta y logro vital.  Excelente traducción del alemán de José Aníbal Campos.

Cibernética de lo humano de Ruiz de Gopegui, me parece un libro importante, tan extrañamente olvidado como los de otros cibernéticos de los 70, 80 -Staford Beer, Víktor Glushkov- como el concepto mismo de cibernética. 

Sociofobia de Cesar Rendueles. Un libro necesario, que ha sabido leer, y hasta cierto punto anticipar, un cambio de clima intelectual. Me ha parecido brillante el diagnostico, sin acabar de convencerme la parte prescriptiva/ prospectiva. 

El concepto de planificación que maneja Rendueles, por poner un ejemplo, me parece poco actualizado, alejado de la renovación algorítmica descrita aquí:
https://www.newyorker.com/magazine/2014/10/13/planning-machine
o aquí:
http://ctxt.es/es/20170510/Culturas/12680/encuentro-cibernetica-Jacques-Sadoul-robots-victor-sombra.htm

De alguna forma a esa interpretación a contrapié le resulta aplicable una cita de Feinstein, C.H. procedente de un libro mucho más antiguo. Socialism, Capitalism and Economic Growth: Essays Presented to Maurice Dobb. Cambridge University Press. p. 175. (Septiembre 1969) "En el futuro parecerá una paradoja histórica que los países socialistas aprendieran finalmente a superar sus prejuicios y desmantelar sus torpes mecanismos de planificación en favor de elementos mercantiles más eficaces justo cuando el auge de la informática y la cibernética sentaban las bases para aumentar las oportunidades de una planificación exhaustiva"

Lo que olvidamos  de Paloma Diaz- Mas contiene una interesante aproximación al Alzheimer y una sugerente comparación con la Transición que se desmorona como un castell fallido apenas comienza a levantarse.

La mala reputación de Yezid Arteta se escribe desde la atalaya de los años de guerrilla y cárcel. Apuntes esclarecedores sobre las FARC y el proceso de paz de Colombia.