domingo, 25 de octubre de 2009

2666 y la Herencia del Nazismo.

No fatiga del libro que supere las 1000 páginas ni que varios centenares de ellas se dediquen a descripciones de forense sobre mujeres asesinadas, aunque quizá sí la orquestación mediática de su publicación: el escritor heroinómano que trata de mejorar la herencia de sus hijos parcelando la obra en varios volúmenes, el editor justiciero que vela al tiempo por la suerte económica de la obra y su integridad artística, etc, etc. Otras tantas capas de metatexto en un libro que ya de por sí esconde bien hondo sus claves.

¿La trayectoria de Klaus Haas prolonga el viaje de Benno Von Archimboldi?. La relación que Klaus Haas guarda con los asesinatos de Santa Teresa se vincula con la relación de Von Archimboldi con el Holocausto. La indiferencia de Klaus ante su suerte es la del soldado Benno ante la muerte en combate, la asunción de que sería lo normal dadas las circunstancias en que está inmerso. Es posible que ni uno ni otro sepan lo que pasa - el carácter programático de la eliminación de judíos bajo capa del avance hitleriano hacia el Este, las razones de la matanza de mujeres- pero ninguno toma partido por el esclarecimiento, sino que se sitúan de grado en un estado que otorga normalidad a la ignorancia. De un lado, la propia condición del soldado entregado a la ofensiva que dará su dimensión al holocausto. De otro, el solitario señor Hass en un proceso constante de extrañamiento de su país, de su familia, con antecedentes por agresión sexual a las mujeres, aficionado a las putas, solitario y con recursos, todo lo cual permite como mínimo imaginarle en la antesala de los crímenes - aunque quizá como su tío nunca mató a nadie-. Una antesala hecha de lujo fácil, chicas sin recursos y desligadas de sus lazos familiares y sociales, de fiestas y cocaína y el desierto al fondo, dispuesto a borrar cualquier exceso o quizá llamando a cometerlo.

Santa Teresa guarda el secreto del mundo. La matanza se ha desplazado, el éxodo de los judíos se ha cumplido, geográficamente - de Europa a América - y en el plano subjetivo - de los judíos a las mujeres- Un éxodo que no supone una liberación sino el simple desplazamiento de las víctimas. Desplazadas por la indiferencia que permite perpetuar el crimen en otras latitudes y por otras generaciones. Al igual que después de los crímenes sufridos en Egipto llegó en Israel la destrucción del Templo.

Benno V.A. es un personaje perfecto para encarnar la complacencia con el nazismo y la perduración de sus reflejos y modos en nuestros días. No sale de él ni la más velada crítica al hitlerianismo. Los temas y títulos de sus libros tampoco muestran una toma de posición crítica. Recibe la historia del judio y la guarda como secreto personal y mítico que no transluce ningun análisis ni toma de posición política (un remedo de sus buceos y el gusto por la taxonomía de los seres sumergidos, en este caso como secreto depositado al fondo de su memoria). Adora desde niño a sus amos prusianos cuyo trato cultiva primero como amigos y luego en el amor de la baronesa nazi. Hacerse escritor supone para él participar de la condición de sus amos, dejar de ser el siervo niño y ocupar como adulto la casa que ellos disfrutaban. Se da nombre como noble, y cultiva los temas exquisitos y la alta cultura que les son propios. No es casual que luego encuentre a la baronesa dirigiendo la editorial de la nueva Alemania, llamada a preservar la gran tradición cultural germánica. So capa de esa misma alta cultura el editor judio, Bubis, abre su lecho y nómina a las más exquisitas bestias pardas.