domingo, 3 de marzo de 2013

DISCRIMINACION POSITIVA

Una amiga nacida a finales de los 50 en un familia de agricultores de la RDA me comenta que sus dos hermanas fueron a la Universidad porque la política del Gobierno de la época privilegiaba a los hijos de clase trabajadora frente a los de los profesionales liberales.  Era más difícil para el hijo del medico ser médico o abogado al hijo del abogado. La interlocutora de mi amiga decía que era injusto para el hijo del médico, al que el roce diario ha inclinado hacia la profesión del padre. Ella en cambio lo veía bien, una especie de justicia distributiva aplicada en el tiempo, de forma que las ventajas no permanecieran en los mismos linajes. Las limitaciones a la institución de la herencia en la RDA tendrían efectos parejos.

Esa disolución de los silos familiares de conocimiento o riqueza puede verse como una pérdida social. De hecho se suele asociar un comercio con la calidad y el prestigio cuando permanece a través de las generaciones, ya sea un repostería, un gabinete médico o un despacho de abogados.  Desde el punto de vista de la competencia, la innovación y la  ventilación de las prácticas profesionales puede defenderse el punto de vista contrario. Esta es una visión común si se considera una carrera profesional individual. Es bueno dedicarse a varias cosas de forma sucesiva, ya que cada nueva actividad se beneficia de la experiencia previa. Además , el cambio evita el anquilosamiento profesional y la formación de prejuicios. De hecho, algunas instituciones como la Comisión Europea obligan a sus cuadros a cambiar de puesto y rama de actividad cada cierto tiempo.