sábado, 5 de septiembre de 2015

CHINA TRADUCIDA Y POR TRADUCIR

Sombra Macarrón y yo hemos empezado a hacer recuento de lecturas, novelas y memorias que pasean su espejo por la historia reciente de China.  Al tiempo hemos tenido la fortuna de dar con una página extremadamente útil China Traducida y Por Traducir que justamente nos indica qué libros de la literatura china han sido traducidos al español, distinguiendo las traducciones directas de las indirectas y facilitando estupendas reseñas de libros y autores.

De Yu Hua hemos leído ¡Vivir! en la traducción de Suárez Girard (Seix Barral) y su inquietante primera novela  "Gritando en la Llovizna", sobre la vida de un niño en la China rural, en traducción al inglés de Barr (Anchor) al no encontrar traducción española.  "Nacido Rojo", subtitulada "Una Crónica de la Revolución Cultural" de Gao Yuan (Stanford) es la autobiografía de un guardia rojo, hijo de un cuadro de provincias del PCCh. Cubre el periodo entre 1966 y 1969, con algunas incursiones en la liberalización económica de fines de los 70 y principios de los 80.  Se publicó en inglés en 1987 y adopta a veces un tono apologético, como en la dedicatoria del autor a su hijo, deseando que su generación sea más sabia que la del padre. Ofrece en todo caso un documento lleno de crudeza, ilusión, valor y frustración, y revela el alcance de la toma de poder de las escuelas e institutos por los estudiantes, en un proceso de cuestionamiento de la autoridad que se extendió a todos los estamentos y sectores del país.  Escrito en primera persona entronca con un tipo de literatura típica de la China de la liberalización económica de los 80, entreverada de memorias personales y revisión crítica de la Revolución Cultural. Una literatura que los disturbios de Tiananmen en 1989 no detienen, al contrario, (Gritando en la Llovizna es de 1991) y que da pie a preguntarse hasta qué punto el verdadero objetivo de la represión no estaba en los modelos políticos del otro lado del océano, sino en el pasado de la propia China.

Para leer diarios claramente partidarios de la Revolución Cultural hay que ir a publicaciones coetáneas, como el relato del periodista británico Jack Chen "Un año en La Mayor Felicidad" (Harrap London, 1973) sobre su experiencia en la granja colectiva homónima. Y es que a menudo se olvida la sintonía entre la Revolución Cultural y los movimientos juveniles de agitación y protesta en Occidente, algo que deja claro otro relato autobiográfico, " Los Blues de la China Roja" de Jan Wong (Anchor Canadá, 1996), que lamentablemente tampoco se han traducido al español.  Claramente más crítica que Chen, la experiencia de Jan Won hila la China de los 70, como entusiasta guardia roja, con los disturbios de Tiananmen, cuando, ya como periodista de un medio occidental, cubre la ocupación de la plaza y su desalojo, siendo uno de los periodistas que contempla desde las terrazas del Hotel Beijing el suceso del llamado Hombre Tanque en la mañana del 5 de junio de 1989.

Una novela que de forma alegórica cumple ese transito del espejo a través de las épocas es "Sufrir la Vida", de Yan Lianke. Esta novela está traducida al inglés por el ensayista y profesor de Estudios Culturales Chinos de la Universidad de Duke, Carlos Rojas, con el título "Los Besos de Lenin" (Grove, 2012).  La idílica vida comunal de un pueblo remoto, habitado casi exclusivamente por discapacitados, se interrumpe cuando, a instancias de las autoridades, sus habitantes, agrupados en una troupe circense, se ponen en marcha en una gira grotesca que tiene por objeto conseguir fondos para adquirir el cadáver embalsamado de Lenin.  Se pretende que un mausoleo similar al de Mao, pero emplazado en una remota zona rural, relance su economía por medio del turismo. Ni Sombra ni yo la hemos acabado pero queda ya claro que sus más de 500 páginas despliegan una crítica feroz y detallada al afán de lucro que domina el régimen puesto en pié por Deng Xiaoping. Los fogones del mercado se alimentan también de la parafernalia roja y hasta la discapacidad aviva sus llamas.

La China cuya traducción me parece más acuciante es la que cuestiona el relato oficial sobre su presente y pasado, incluyendo la Revolución Cultural. En este sentido me parece especialmente esclarecedor el ensayo de Mobo Gao "La Batalla por el Pasado de China" (Pluto Press 2007),  que distingue hábilmente en el paño de la China actual los hilos procedentes del pasado maoísta y los que nos llegan de Deng Xiaoping.






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