Al leer seguidos "Diario de un canalla" y "Burdeos" de Mario Levrero uno piensa que el narrador que contempla un pajarito en el primero se ha convertido en el objeto de análisis del segundo. Sólo que este segundo "pajarito" no llega a ser Pajarito, no merece la mayúscula del personaje. Ahora nadie lo contempla, desde luego no su mujer, Antoinette, si acaso un poco la hija de esta, Pascale, pero muy poco, y por eso el pajarito acabará volando
sábado, 27 de mayo de 2017
LEVREROS
Al leer seguidos "Diario de un canalla" y "Burdeos" de Mario Levrero uno piensa que el narrador que contempla un pajarito en el primero se ha convertido en el objeto de análisis del segundo. Sólo que este segundo "pajarito" no llega a ser Pajarito, no merece la mayúscula del personaje. Ahora nadie lo contempla, desde luego no su mujer, Antoinette, si acaso un poco la hija de esta, Pascale, pero muy poco, y por eso el pajarito acabará volando
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario