martes, 25 de noviembre de 2014

EL COMITE DE LA NOCHE


Cuando Víctor Sombra ha llegado esta mañana a casa hacía ya un rato que yo había terminado la novela de Belen Gopegui. He ocultado mi entusiasmo para preguntarle:
- ¿Crees que el comité de la noche es una novela de intriga?-
De primeras no me ha hecho caso.
-Ya ni se me ofrece té en esta casa- se ha quejado, y entonces, no he podido contenerme:
-Se trata de una novela de fantasmas. El referente no es Le Carré,  como se ha dicho,  sino "Otra Vuelta de Tuerca" de Henry James. De hecho creo que inaugura un nuevo genero: la Novela Social de Fantasmas-
-Novela Social de Misterio- ha precisado él.
-Como quieras- he concedido- Literatura fantástica. Esta vez estamos de acuerdo...-
Sombra sigue mirando la cocina pero yo le ignoro.
-¿Cómo son para ti sus fantasmas?-le he preguntado
-Eso es parte del hallazgo de la novela- responde él- Los fantasmas son los que viven livianamente, sin casi apoyatura en la realidad: desahuciados, parados que vuelven a casa de los padres y habitan el cuarto de la infancia. Son un retrato colectivo de la crisis -
-Fantasmas desesperados- concluyo
-No sólo- dice él- pásame el libro- y al hacerlo empieza a hojearlo deprisa-  Son también los que habitan la Red y preparan en ella su retorno. El contragolpe. Aquí por ejemplo, donde Alex dice: "De nuevo imaginamos cómo sería no derribar los cimientos sino empezar a construir otro mundo aquí, a la vista de todos (....) Una especie de escondite inglés en el que vas moviéndote aunque parece que no te mueves y, por fin, cuando el adversario se da la vuelta, resulta que tu ya has llegado."
- O sea- pregunto, tratando de aclarar esa paradoja- que los fantasmas al tiempo habitan el cuarto de la infancia y forman el Comité de la Noche.
- ¿Acaso no es cierto?- pregunta él- No tienes más que mirar lo que está pasando en la calle, quién y cómo lo está moviendo.
- Vale- concedo aquí también- Hablemos entonces de qué Comité es ese. Me parece que el título es un enunciado performativo y que cumple también una función apelativa. En esta novela de fantasmas se constituye un Comité y se nos llama a replicar ese gesto constituyendo otros o uniéndonos a los que ya existen...-.
-Creo que voy a tomar ese té que no me ofreces, Monty- dice Sombra levantándose, andando a la cocina- dejemos para más tarde la llamada del Comité-  
- Ya sabes donde está todo- respondo y trato de ordenar mis ideas para cuando Sombra vuelva.
    

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